Costa de Marfil enciende a Kaká

Kaká volvió a ser el centro de atención en un partido importante después de un año en paradero desconocido. Lo fue para bien con dos asistencias de gol y para mal tras ver por primera vez con Brasil una tarjeta roja. Fue una decisión injusta y errónea del árbitro Lannoy, otro francés que la arma en este Mundial. No vio dos manos consecutivas de Luis Fabiano en la jugada del 2-0 y dejó sin castigo la excesiva dureza con la que se emplearon los marfileños en la segunda parte. Una de esas entradas a destiempo le costó una lesión a Elano, autor del tercer tanto de la canarinha. Drogba fue titular y cumplió con un gol en las postrimerías que maquilló otra floja actuación de un combinado africano en Sudáfrica.

La fortaleza física de los hombres de Eriksson no fue suficiente ante la eficacia brasileña. El equipo de Dunga sabe a lo que juega y parece convencido de sus posibilidades. Funciona como un ejército, con disciplina y orden en cada uno de sus movimientos. Hay once jugadores con rango de titular y los demás están de guardia. Su fútbol ha perdido atractivo pero todos parecen de fiar, desde el portero hasta el delantero. En el minuto 25, la canarinha creó su primera gran ocasión y logró diana. Robinho subió las revoluciones, Luis Fabiano y Kaká se encontraron y el delantero sevillista fusiló al meta Barry desde dentro del área. La pegó convencido, como se espera de un nueve brasileño.

El truco de Luis Fabiano
De Costa de Marfil se esperaba mucha más pero volvió a decepcionar. Eriksson no se atrevió a dar un golpe de timón al descanso y cuando lo hizo ya perdía 2-0. Esta vez, la asistencia a Luis Fabiano se la dio el árbitro, que no vio dos manos claras en la jugada personal de 'O Fabuloso'. Entre medias, tiró dos sombreros y se plantó solo ante Barry para batirle con una volea. La jugada debió gustarle tanto al árbitro que, pese a decirle después a Luis Fabiano que se la había llevado con la mano, no la anuló. Golazo ilegal. Faltaba media hora cuando Gervinho entró por Dindane para intentar arreglar el desastre marfileño, consumado en el minuto 62 con el 3-0 de Elano tras otra asistencia de gol de Kaká.

El jugador del Galatasaray se quitó las espinilleras en la celebración para dedicarle el tanto a sus hijas. Dos minutos después, Tioté quiso comprobar si se las había colacado bien y le dejó un plantillazo que le costó una lesión. A partir de esa jugada, el partido hirvió con Dunga jurando en arameo. Repartió de lo lindo Costa de Marfil y desesperó a Brasil, que volvió a conceder un tanto en la recta final fruto de la relajación. Centró Yayá Touré al área y Drogba remató totalmente libre de marca a las redes de Julio César. Demasiado tarde.

¿Kaká agresivo?
Quedaban diez minutos y Dunga debió curarse en salud cuando vio que sus jugadores se calentaban por momentos. La víctima terminó siendo Kaká, que vio la primera amarilla en el 85' por un empujoncito a Keita y la segunda en el 88' por un pseudo codazo a la altura del pecho que exageró el mismo jugador. El árbitro francés se tragó el engañó y le expulsó de forma muy rigurosa, por no decir injusta. El madridista no estará ante Portugal pero Brasil ya está clasificada. Lo consiguió fiel a su estilo: sobrio hasta encarrilar el partido y más animado con todo resuelto. Primero aprobar los exámenes y después el recreo.

Marca.com

Brasil fue superior durante todo el partido y para mi el resultado final fue más que justo. Costa de Marfil estuvo muy floja y decepciono bastante la verdad.